Hacia el día de la felicidad
En el yoga no es necesario practicarlo todo. Si conoces la práctica correcta, quince minutos bastarán para trascender el espacio exterior. No necesitas días ni años enteros. Sin embargo, si practicas las técnicas equivocadas, que no son apropiadas para tus cualidades o funciones, entonces necesitarás años y años.
Una práctica importante que he visto que funciona con todas las personas, es cerrar los ojos y seguir todos los pensamientos que le vengan a la mente. No reprimas nada. Eso se debe hacer durante unos diez o quince minutos. No hagas nada más que sentarte tranquilamente y preguntarte: «¿En qué estoy pensando? ¿Estoy pensando en negocios, familia, relaciones, futuro, pasado, útil, inútil, malos pensamientos, buenos pensamientos?». Cualquier cosa, deja que vengan todos los pensamientos. Conviértete en un observador, permanece como testigo.
No te apegues y no te desapegues, simplemente obsérvalos imparcialmente. Hazlo durante unos diez minutos y luego dirígete a tu mantra. La tranquilidad llegará al cabo de veinte minutos. Entonces debes tener un punto, una imagen o una forma para la concentración. Debes tenerlo. Puedes tomar una estrella, una llama luminosa, una flor, una deidad o un gurú viviente; todo es lo mismo. Debes tener alguna imagen o forma en la que seas capaz de concentrar la mente.
Me refiero a la vida cotidiana. La gente necesita una mente fuerte que se puede conseguir con la práctica del yoga. Un poco de práctica de yoga te salvará de una crisis emocional. Tal vez, si hay conflictos en tu personalidad, puedas hacer algo al respecto. No te diré que sólo con unos días de práctica de yoga puedes liberarte de los conflictos. Es muy difícil; pero es cierto que mediante la práctica del yoga puedes lograr la armonía entre tus dos personalidades: bhoga que significa supresión y yoga que significa unión.
Cuando dos cosas se convierten en una, eso se llama yoga. ¿Cuáles son esas dos cosas que en el yoga se convierten en una? Los filósofos nos dicen que el yo individual y el yo cósmico se convierten en uno. Los bhaktas nos dicen que el jivatma y el Paramatma se convierten en uno. Como estudioso de la psicología, siento que hay dos personalidades en cada hombre: el ego y el super-ego. Siempre están en conflicto el uno con el otro. Todo hombre tiene dos personalidades, la personalidad subconsciente y la personalidad superior. Tu es algo para tí mismo y otra cosa para mí. A esta actitud esquizofrénica la llamo doble personalidad. Somos dos personalidades, y las dos personalidades se deben fundir en una, este es el objetivo último del yoga. Lo que eres por dentro, lo eres por fuera, y lo que eres por fuera, lo eres por dentro. Si soy un ladrón, soy un ladrón para mí y soy un ladrón para todos. Si soy un buen hombre, soy un buen hombre para mí y soy bueno para todos. Esta fusión particular de la doble personalidad en una sola se llama yoga. No es posible lograrlo en un día, lleva tiempo. Pero según la ciencia de la psicología y la ciencia del yoga, mientras haya una lucha entre estas dos personalidades, el ego y el superego, tu comportamiento no seguirá siendo el mismo. Siempre seguirás siendo anormal de un modo u otro. Tus pensamientos estarán nublados y tus decisiones nunca serán verdaderas.
Por lo tanto, para tener éxito en la vida y ser feliz, junto con el éxito es necesario que todo el mundo practique el yoga. El ser humano ha estado deseando el éxito y ha estado trabajando para conseguirlo, pero incluso después de haber logrado el éxito, no ha alcanzado la felicidad. Hay algunas personas que tienen éxito, pero son infelices, y otras que son felices, pero no tienen éxito. La felicidad y el éxito deben ir juntos y en los Upanishads eso se llama shreya y preya. Preya significa placentero y shreya significa el bien; ambos deben llegar al ser humano, y entonces la vida se vuelve completa.
La acción, el karma, es una mano y el yoga es la otra. Deberíamos llevarnos bien con la vida y ser conscientes de que esta civilización moderna que nos ha seducido no está completa y no es definitiva; es sólo una fase. Los estudiosos de la historia les hablarán mucho de ella, y quizás dentro de una década o dos, si todos nos volvemos a encontrar, conoceremos las limitaciones de esta civilización moderna. Es una fase; no es completa en sí misma, y va a conducir a alguna parte.
Si tenemos fe en la civilización moderna, y si dependemos de la civilización moderna, tal vez seamos conducidos al mismo punto de la historia que Babilonia y Grecia. Sin embargo, si estamos alerta sobre esta civilización moderna, y especialmente en lo que se refiere a los efectos sobre la mente humana, entonces quizá podamos sobrevivir como cultura, al igual que la India ha sobrevivido frente a los accidentes de la historia y a los estragos del tiempo, no porque la India tenga algo más, sino porque la India tiene fe; está arraigada en su cultura perenne.
Queremos todo lo moderno, lo cual está bien, pero al mismo tiempo sabemos que no es lo definitivo. Una vez que nos convirtamos en esclavos de la civilización moderna, naturalmente nuestras mentes se debilitarán, y como cultura pereceremos. Ya ha ocurrido en el pasado. Por lo tanto, es necesario que aceptemos la cultura y la civilización modernas, porque forman parte de la vida humana, pero tenemos que comprender sus limitaciones y complementarlas con el yoga.
Así que yoga para la mente y civilización para sus comodidades; con ambas unidas sobrevivirás en la cultura y te será posible ver el día de la felicidad.
Mayo de 1968, Sociedad Indo-Japonesa, Japón
Tomado de http://www.yogamag.net/archives/2020s/2023/2302/2302tdh.html