Dimensión mental y espiritual del yoga
Después viene el lado mental del yoga, que está compuesto por el prana y la conciencia. En el aspecto mental del yoga hay que ocuparse tanto de la energía como de la mente. Patanjali se ocupa de la mente y el Raja Yoga clásico se ocupa del prana. Combinar ambos se convierte en una buena herramienta para trabajar con las dos áreas del prana y la consciencia.
Para ocuparse de la mente, hay dos ideas importantes en el Raja Yoga de Patanjali. Olvídate del sendero de los ocho pasos, olvídate del samadhi, piensa sólo en dos cosas: drashta y chitta vritti. Drashta significa convertirse en el observador. Sólo puedes convertirte en el observador de la mente. Uno no puede convertirse en el observador de la shakti, la energía o el prana, más bien se convierte en quien expresa o experimenta la shakti; sin embargo, sí puede convertirse en el observador y testigo de la mente.
¿Qué debemos observar en la mente? Los pensamientos en realidad no merecen nuestro tiempo ya que son totalmente irracionales, idiotas y a veces erróneos. Así que los pensamientos quedan fuera. Lo que observamos en calidad de chitta vritti son los recuerdos. Todo lo decide la memoria pasada. Cómo va a interactuar con la gente lo deciden los recuerdos pasados, ya archivados en su cerebro. Son esos recuerdos los que provocan una reacción, una respuesta. Esas respuestas son las vrittis. Si ve a su adversario, a su enemigo al que no ve desde hace muchos años, se enfurecerá en su interior. Mientras sea consciente de su enemigo, estará hirviendo por dentro. Esa será su reacción, su vritti.
En lo que tenemos que fijarnos es en el componente de la memoria, el componente chitta, no en el componente manas. Si entendemos lo que es drashta y chitta, entonces el tema de la mente se aclara. Se ha dicho que la mente está compuesta por manas, buddhi, chitta y ahamkara; siendo manas la mente reflexiva, buddhi la mente intelectual, chitta la smriti o mente de la memoria, y ahamkara la mente del ego, la mente del yo.
La mente pensante y reflexiva, manas, es superficial. Los pensamientos pueden cambiar. Igual que se cambia de ropa, los pensamientos pueden cambiar. Por lo general, buddhi queda relegada a un segundo plano, ya que los recuerdos son bastante fuertes. Cuando entra buddhi, entra la lógica, la inteligencia, y luego viveka, el discernimiento. De lo contrario, buddhi pasa a un segundo plano.
Chitta es el principio activo. Detrás de chitta está el ahamkara, el principio del ego. Juntos, chitta y ego constituyen chitta vritti: es el ego el que reacciona ante el recuerdo. Es el ego el que toma la palabra cuando la memoria dice: «esto ha sucedido». El enfoque real de pratyahara, dharana y dhyana se desplaza ahora de manas y buddhi hacia chitta y ahamkara.
En el Raja Yoga clásico se ve todo como expresión pránica. Surge una pregunta: ‘¿Por qué no se puede borrar la memoria? La respuesta es: ‘Todavía está coloreada por el prana’. Imagínese esto, usted toma una foto polaroid y la guarda en su álbum.
Mientras esa foto no esté expuesta al sol y a la luz, conservará sus colores. Si expone la foto a la luz del sol, los colores empezarán a desvanecerse y poco a poco, al cabo de un tiempo, la imagen se desvanecerá y sólo quedará de nuevo el papel blanco. La memoria es así. El recuerdo que usted tenía de sus primeros días sigue tan vibrante y vivo como entonces. Si retira el prana del recuerdo, los colores se desvanecen y se convierte en sepia y blanco y negro, se desvanecerá. Otra forma de nirodha o control, es eliminar el prana del recuerdo y no darle ningún combustible. Una vez eliminado el prana, el recuerdo se disolverá, se disipará, desaparecerá.
2 de octubre de 2019
Tomado de http://www.yogamag.net/archives/2020s/2020/dapr20/mental.html