¿Cómo mantiene la práctica regular de asanas los músculos y las articulaciones saludables?
Las articulaciones engrosadas e inmóviles con la consiguiente falta de libertad de movimiento producen una gran cantidad de incomodidad y malestar. Si las articulaciones se mueven libremente, los ligamentos y los tejidos circundantes estarán en un estado saludable. Mediante la práctica de asanas, se da libertad de movimiento a todas las articulaciones, incluidas las articulaciones de la columna vertebral. La libertad de movimiento evita que la columna se endurezca y se contraiga, lo que frena la osificación y la degeneración de los huesos de la columna vertebral. Los músculos de las regiones cervical, dorsal y lumbar también se estiran y relajan. De este modo, el cuerpo se mantiene en forma.
Si los músculos no se ejercitan adecuadamente, se contraen. En consecuencia, se impide la circulación sanguínea y la fuerza nerviosa y se producen trastornos funcionales de los órganos y del tono nervioso general. Los músculos se atrofian. La práctica de asanas mantiene los músculos, órganos y nervios en un estado saludable. A su vez, el buen funcionamiento de los órganos depende de unos nervios sanos. Por lo tanto, el yoga es el sistema perfecto de cultura física.
Es el rey de todos los sistemas de ejercicios. Al practicar estos ejercicios yóguicos, el cuerpo se fortalece y se vuelve saludable. No sirve de nada teorizar; lo que se necesita es una práctica regular, sistemática y sostenida. Una pizca de práctica es mejor que toneladas de teoría. Muchas personas practican estos ejercicios a trompicones, abandonando la práctica después de algunos meses, por lo que no se obtienen todos los beneficios del sistema. La regularidad en la práctica es una necesidad.
Hari Om Tat Sat es un mantra muy antiguo que aparece en los Vedas. «Hari Om» es un mantra y «Om Tat Sat» es otro. He unido ambos en «Hari Om Tat Sat». Hari representa el universo manifiesto y la vida. Om representa la realidad no manifiesta y absoluta. Cuando utilizo la palabra «realidad», me refiero a la existencia total. Incluso puede utilizar la palabra Dios, no importa. Realidad, existencia, Dios, Brahman, absoluto, son todos términos sinónimos que apuntan a una sola cosa, pero que en realidad no la definen.
Esta realidad tiene dos etapas. Una se llama absoluta y la otra, manifiesta. Este universo burdo, con millones y millones de soles, lunas y estrellas, el espacio y las cosas más allá de ellos y más allá de esta pequeña Tierra, tanto como podamos llegar, todas estas cosas son manifestaciones de esa realidad. No es creación; esto debe quedar muy claro en su mente. Hay una diferencia entre el proceso de creación y el de manifestación. Usted toma algodón y hace hilo y luego una camisa. El algodón se ha convertido en una camisa, el algodón no ha creado una camisa. El algodón se ha transformado en una camisa. De la misma manera, existe una gran fuerza que es invisible. Salvo unos pocos que han alcanzado un nivel muy elevado, nadie puede conocerla, nadie puede verla y nadie la ha conocido ni visto. Quien la ha visto ha traspasado definitivamente el límite y nunca podrá vivir con nosotros. No es posible, salvo para unas pocas personas a las que llamamos avatares.
La realidad manifiesta, este mundo, está representada por el mantra Hari. Om es la realidad no manifiesta, lo invisible, lo no creado o lo absoluto. Hari Om Tat Sat significa «eso es verdad». Eso es lo que personalmente siento: que lo que veo con mis ojos y lo que está más allá de mis ojos son lo mismo, no son diferentes. El creador y la creación no son dos. El creador se ha manifestado en la creación. No ha creado una creación, sino que se ha manifestado o transformado en la creación. Todas estas verdades de las que hablo están representadas en el mantra «Hari Om TatSat». Cuando digo «Hari Om Tat Sat», me recuerda que lo visible y lo invisible son uno.
¿Por qué es importante el karma yoga para todos los practicantes de yoga?
El yoga siempre se ha considerado como una serie de prácticas que se deben realizar alejadas de las situaciones de la vida social normal, en un entorno como un aula o en un retiro en compañía de «seres espirituales». La gente ha pensado que si practican una técnica de yoga, obtendrán un resultado determinado. Esta forma de pensar ha llevado a la gente a creer que el yoga es un proceso mecánico que conduce a la autoconciencia. Es necesario que el aspirante se aleje de esta forma de pensar y haga del yoga una parte de su expresión natural. Solo entonces el yoga se puede convertir en un proceso que conduzca a la autorrealización.
Si una persona practica yoga como una técnica para sentirse bien, sin duda se sentirá bien durante un tiempo. Si se practica yoga para relajarse, sin duda se relajará. Si se practica yoga para conectarse con uno mismo internamente, eso también será posible. Pero sea cual sea el logro, será momentáneo, una fase transitoria. Cuando haya que enfrentarse de nuevo con las realidades, las tensiones y las frustraciones de la vida, el efecto del yoga pasará a un segundo plano.
Por lo tanto, hay que entender que la verdadera experiencia del yoga se produce a través del karma yoga. Incluso si una persona practica hatha yoga, raja yoga, kundalini o kriya yoga, tendrá que combinarlo con el karma yoga para tener una experiencia enriquecedora en el proceso. El hatha yoga, el raja yoga, el kundalini yoga y el kriya yoga son prácticas de yoga, mientras que el karma yoga y el bhakti yoga son estados mentales que se alcanzan a través de las prácticas de yoga. Si se considera el karma yoga de esta manera, se convierte en un proceso mucho más intenso que el raja yoga. El karma yoga no es solo un trabajo físico duro, como barrer el suelo, sino el yoga de adecuar la mente a las circunstancias en las que te encuentras. Con la aceptación de una situación, las respuestas se tornan diferentes.
El raja yoga implica estar alerta y consciente durante la práctica, pero el karma yoga no es una práctica de yoga de una hora; implica ser consciente de la mente las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Hay que mantener el equilibrio, la armonía y un estado mental no reactivo, y entonces la acción se convierte en karma yoga, tanto si estás sentado tranquilamente en una silla meditando como si estás realizando un trabajo dinámico. La práctica del karma yoga te da esta comprensión de la objetividad. Más adelante, esta comprensión que se adquiere en el exterior se transfiere a la mente, de modo que la práctica de la meditación da mejores resultados.
En el Bhagavad Gita, Sri Krishna le dijo a Arjuna que el karma yoga es el yoga más malinterpretado. La gente lo asocia únicamente con la acción y la actitud correcta durante su realización, pero esa no es la esencia del karma yoga. El karma yoga es la capacidad de adaptarse a las situaciones y circunstancias con una mentalidad positiva, dinámica y optimista. Es ser capaz de observar, analizar, canalizar y controlar las reacciones, los caprichos de las emociones, la aceptación o el rechazo de las ideas, y mantener el equilibrio interior en todo momento. El aspirante debe considerar el karma yoga y el bhakti yoga como estados mentales que hay que alcanzar, más que como prácticas que hay que perfeccionar. De este modo, todo lo que se alcanza es para toda la vida. Debe formar parte de la naturaleza, el carácter y la expresión de uno, parte de la vida en su totalidad.
Algunas personas tienen la idea de que el karma yoga no tiene relevancia en sus vidas, que solo es trabajo árduo. Algunos piensan que el karma yoga es solo servicio al gurú, a Dios o a la humanidad. Otros piensan que el karma yoga es servicio desinteresado o acción desinteresada. Ninguna de estas definiciones representa el verdadero espíritu del karma yoga, ya que el karma es una parte integral de la personalidad y de la vida propia. Karma se ha traducido como «acción» o «causa y efecto», pero estas definiciones son incompletas. La totalidad de la vida es karma; no existe una persona sin karma.
Si un aspirante espiritual practica el verdadero yoga en su vida, eso es karma yoga. El karma yoga no consiste en ir al campo y trabajar hasta sangrar y sudar; eso es solo un aspecto. El verdadero espíritu del karma yoga significa que se analiza cada acción, ya sea física, social o intelectual. Esto incluye los pensamientos, los procesos analíticos y críticos de la mente, los sentimientos emocionales de ira, frustración, depresión, ansiedad, odio y codicia, así como las experiencias espirituales de armonía y sintonía con el ser. Todo se observa, se experimenta y se trasciende.
El espíritu del karma yoga es involucrarse totalmente en el cumplimiento de los compromisos, las obligaciones, los deberes y el dharma. Si el yoga logra verse como un proceso de vida, cada acción se convertirá en parte del karma yoga, cada comprensión será parte del jnana yoga, cada sentimiento será parte del bhakti yoga, cada esfuerzo que se haga será parte del raja yoga y cada experiencia que se tenga se convertirá en parte del dhyana yoga.
En los ejercicios de yoga, haz todo lo que puedas cómodamente. Evita los extremos. No te exijas demasiado. A la gente de otros países les resulta difícil hacer Padmasana (doblar las piernas en la postura del loto) y Sirshasana (postura de la cabeza). Para orar y meditar, puedes adoptar cualquier posición cómoda. Debes elegir una postura en la que puedas sentarte cómodamente durante mucho tiempo. La única condición es que el cuello y la espalda estén erguidos. Cierra los ojos, inspira y espira muy lentamente, repite mentalmente el mantra OM OM OM y piensa en las cualidades divinas del Señor. Ahora entrarás al estado de la meditación silenciosa. Disfrutarás de una gran paz y adquirirás fuerza espiritual interior.
Los seis vicios son tus compañeros de vida; nacen contigo. El amor, la sensibilidad y la compasión no nacieron contigo. Los seis vicios son los pilares de tu vida. Al igual que un edificio se construye con cemento, arena, ladrillos, agua y metal, esta vida toma forma no solo a través de la mente y los sentidos, sino también con estos seis vicios que fueron amigos desde el nacimiento.
Sin estos seis amigos no se puede sobrevivir en este mundo. Cuando el niño no sabe leer ni escribir, camina con la ayuda de sus manos, piernas y rodillas. Ya en ese momento tiene ira, irritación, agresión y miedo en su mente. ¿Dónde aprendió eso? Estas son las expresiones naturales de su vida. Un niño tiene ganas de chocolate y juguetes; un niño tiene ira e irritación en su mente y con esa ira grita, se enfada y hace berrinches. ¿Dónde adquirió este entrenamiento?
Estos seis estados de ánimo: kama, krodha, lobha, moha, mada y matsarya (pasión, ira, codicia, encaprichamiento, arrogancia y celos) residen en un bebé recién nacido. A través de ellos, forma futuras relaciones con hermanos, amigos, familia y comunidad. A través de ellos, recibe los frutos de sus acciones mientras explora su vida. El niño está ocupado con sus juegos, despreocupado y disfrutando de su vida junto con sus seis amigos.
Los amigos se convierten en enemigos En un momento de la vida, estos seis amigos se distorsionan. Cuando uno entra en el ashrama de grihastha, la vida de un cabeza de familia, el tiempo de educación y libertad se sustituye por la estabilidad y la responsabilidad que conlleva la vida conyugal. La educación y la libertad son la vida de soltero. Con la estabilidad y la responsabilidad de la vida familiar, los seis amigos se convierten en seis distorsiones.
En el brahmacharya ashrama uno disfrutaba de la vida gracias a los seis amigos. Ahora, por el bien de la familia, uno tiene que contenerse y trata de controlar los viejos hábitos. Los viejos hábitos y condiciones se presentan en forma de bloqueos, defensas o formas distorsionadas de percepción. Se llaman trastornos.
Estas distorsiones dan lugar a chitta vritti o modificaciones de la mente. Maharshi Patanjali dice Yogah chitta vritti nirodaha, lo que significa que el yoga bloquea los patrones de la mente. Los chitta vritti se alteran a través de estas seis distorsiones.
A veces uno está de mal humor, otras veces uno tiene miedo, está lleno de pasión, envidia, celos o tiene aversión hacia las personas, los lugares y las cosas. Estas seis distorsiones conforman la mente y se exploran y expresan en acciones y comportamientos. Funcionan como factores estresantes.
Las ansiedades y frustraciones de la vida se deben a uno de estos seis amigos. Uno lucha con ellos, hace un esfuerzo por manejarlos y trata de mantener el equilibrio mental.
Contramedida Llega un momento en la vida en el que uno se da cuenta de que sin luchar o enfrentarse a los seis amigos no puede liberarse. Finalmente, uno los ve como sus verdaderos enemigos en la vida. Cuanto más intenta distanciarse de ellos, más fuerte es su ataque. Aquí es donde la teoría de Swami Sivananda resulta útil. Swami Sivananda dice que, si uno quiere controlar estos vicios, debe cultivar ciertas cualidades positivas en la vida. Uno debe practicar pratipaksha bhavana.
Ha escrito una canción en inglés llamada La canción de las 18 cualidades, que instruye al individuo a cultivar dieciocho cualidades en la vida. Cuando uno se impregna de estas cualidades, se libera de los seis vicios.
Serenidad, regularidad, ausencia de vanidad, Sinceridad, sencillez, veracidad, Ecuanimidad, firmeza, no irritabilidad, Adaptabilidad, humildad, tenacidad, Integridad, nobleza, magnanimidad, Caridad, generosidad y pureza.
Si uno se esfuerza por cultivar una cualidad cada mes, podrá vencer a los seis enemigos. Swami Sivananda dice que, si uno es capaz de dar cabida en su vida a algunas de estas dieciocho cualidades, la influencia de los seis enemigos se reducirá o llegará a su fin.
No es posible mantener alejados a los seis vicios. Incluso en la vida de un santo a veces levantan la cabeza. La vida está controlada por ellos. Son el ladrillo, el cemento, el agua y la arena de nuestras vidas, pero si podemos centrarnos en las dieciocho cualidades, nos liberaremos.
El trabajo social tiene dos vertientes: una implica hacer el bien por el bien de los demás y la otra realizar un servicio para tu propia purificación. Todo lo que hagas por los demás, al final llega a Dios. Se lo dedicas a Dios, no a los seres humanos. Tú eres solo un medio; Dios es quien lo recibe. Los hindúes, cristianos y musulmanes, todos tienen esta misma opinión y dicen lo mismo.
Responsabilidad social
Una persona que en su vida solo se interesa por la familia y los hijos también puede ser un agente de servicio. Sin embargo, ¿cuál debería ser la principal preocupación en la vida de una persona que ha dejado su hogar y no tiene nada que ver con su cónyuge, hijos o familia? Si no le importa la comida, el jabón, la pasta de dientes o las mantas, si no tiene preocupaciones ni necesidades, entonces debería convertirse en un medio para todos los demás. Este es un punto muy importante. Las personas no sólo tienen una responsabilidad con su familia, sino que también la tienen con la sociedad. No sólo soy responsable de mi institución, sino que también tengo una responsabilidad social.
Debemos cumplir con esa responsabilidad social, ya sea desde la perspectiva espiritual, convirtiéndonos en un instrumento de Dios, o trabajando por el bienestar de los demás utilizando nuestra riqueza. Esta elección depende de tu creencia. Aquellos que tienen inclinaciones espirituales pensarán según la primera perspectiva, y la gente moderna pensará: «Está bien, una parte de mis ingresos se destinará al bienestar de los demás». Esto está bien para los cabezas de familia, ya que necesitan mantener un equilibrio entre las obligaciones sociales y familiares. Un sannyasin, sin embargo, no tiene ninguna responsabilidad familiar. No debe tener ningún amigo; no debe tener ninguna relación con nadie. Debe preocuparse solo por los demás, especialmente por aquellos que no tienen a nadie que los cuide. Una persona joven puede cuidarse a sí misma, pero una persona enferma y anciana no puede cuidarse a sí misma. La responsabilidad social debe comenzar con esas personas.
La responsabilidad social es necesaria porque tenemos una obligación hacia la sociedad. En la antigüedad, esto se llamaba rina o deuda kármica: una deuda con Dios, una deuda con los sabios, una deuda con los padres, una deuda con todas las formas de vida y una deuda con la humanidad. Estas cinco deudas se llaman obligaciones sociales en el lenguaje moderno, y nunca te liberarás de ellas. Todo individuo está en deuda con la sociedad. Si no hay sociedad, no habrá seguridad. Tendrás que pagar tu deuda con la sociedad, pero ¿qué harás y cómo lo harás? Debería haber una manera, un medio. Las almas elevadas, los sabios y los sadhus son los medios. Podemos cumplir con nuestras obligaciones sociales a través de los sadhus. Estoy sentado aquí. Si quieres dar ganado, ¿a quién se lo darás? Yo sé quién lo necesita. Si quieres regalar una bicicleta, ¿a quién se la regalarás? Tú no lo sabes, pero yo sé a qué chica se le debe regalar. Desde que llegué aquí, todas las chicas han empezado a estudiar. Se han vuelto muy entusiastas.
Purificar la mente
El mayor error de nuestra sociedad es ofrecer quinientos litros de leche en un templo, pero no dar cinco litros de leche a un enfermo. La gente piensa: «No me bendecirán por darle leche a este enfermo; sin embargo, si ofrezco quinientos litros de leche a Shiva, él estará complacido y mi caso será desestimado por el tribunal». ¡Esto es fe! La fe de la gente ha perdido el rumbo. La fe también puede canalizarse en la dirección correcta. Mi gurú, Swami Sivananda, solía decir que ayudar a los demás no significa solo darles medicinas o ropa. El verdadero significado de ayudar a los demás está en que te estás purificando a ti mismo. Cuando ayudas a alguien, ¿dónde tiene lugar este acto? Tiene lugar en la mente, que se purifica. Solo cuando tu mente esté pura y tu espejo limpio podrás verte la cara.
Aquel a quien adoras en el templo, en piedra, en papel, no es otro que tú. Sin embargo, no eres capaz de olvidarte de ti mismo; no eres capaz de olvidar que eres una anciana, una tendera, un hombre de negocios, un industrial o un empleado. No puedes verte a ti mismo como Dios, porque estás convencido de que eres una anciana. Por eso adoras a Shiva, porque estás convencido de que él es Dios. Sin embargo, cuando tu corazón se vuelve puro, un espejo comienza a brillar y muestra que el Dios en esa roca es falso, y que la verdad es que Él no es otro que tú mismo.
En el Bhagavad Gita, los Vedas, los Upanishads y en innumerables libros sagrados, esto es lo que está escrito de principio a fin. Nuestra religión dice lo mismo. No critico la adoración de una forma, porque eso también es un camino. Dioses, diosas, asana, pranayama, meditación, concentración, autocontrol o lo que sea que hagas, eso es un camino. No critico el camino, pero es solo un camino, y no el destino. Es un medio, no el fin.
Cuando adoramos a Shiva, Rama, Ganesha o Devi, lo hacemos no como el medio sino como el fin. Es necesario hacerlo. Al creer que son la meta, eventualmente se entiende su verdadera naturaleza. Somos incapaces de ver la verdad. ¿Por qué? Se debe a la ausencia de afecto, amor, compasión y devoción: el afecto que existe entre hermano y hermana, el amor entre hombre y mujer, la compasión que un hombre feliz siente por uno infeliz y la devoción que sentimos por el poder de Dios. El afecto, el amor, la compasión y la devoción, estos cuatro suavizan la vida. La forma en que el hierro se funde cuando se calienta y se le puede dar cualquier forma; de la misma manera, para derretir este duro corazón, para ablandarlo, estos cuatro son necesarios.
Rabindranath Tagore dijo: «Suaviza tu prana con afecto, amor, compasión y devoción». Aquí la palabra prana significa toda tu vida, no la respiración. Tu prana no es suave, tu vida no es suave. Si tus hijos, tu cónyuge o tus parientes cercanos estuvieran sufriendo, ¿no te preocuparías por ellos? Por supuesto que sí, sin embargo, no te preocuparías por tus vecinos. Si te enteraras de sus problemas, dirías: «¿Quieres que llame al médico? ¿Debo llamarlo por teléfono?». Puedes dar dinero o prestarle tu auto, puedes hacer muchas cosas, pero no tendrías los mismos sentimientos que tendrías por tu cónyuge e hijos. En la Vedanta, ser capaz de verte a ti mismo en todos los seres vivos se llama atmabhava. Atmabhava se explica en el Ishavasya Upanishad, el Kathopanishad y todos los Upanishads. También está escrito en el Bhagavad Gita (6:29):
El individuo ecuánime, inmerso en el yoga, ve a todos los seres vivos en sí mismo y a sí mismo en todos los seres vivos.
Este es el camino hacia el atmabhava. Sin embargo, es muy difícil de practicar. Por lo general, piensas: «No tengo ninguna conexión con los demás; ella no es mi esposa, él no es mi hijo ni mi hermano, no es de mi casta ni de mi religión, ni de mi pueblo, y no tengo nada que ganar de él».
Sentir el dolor de otro hombre en apuros solo es posible para las grandes almas. Sus corazones se conmueven. Sant hridaya navanita samana: «El corazón de un sabio es tan blando como la mantequilla recién batida». El corazón de una persona común solo se conmueve por aquellos a quienes conoce y ama, o aquellos con quienes ha sido amigo durante años. Si alguien te ha hecho un favor de alguna manera, entonces es natural que te preocupes por esa persona. Sin embargo, si sientes eso por alguien que nunca te ha pertenecido, entonces eso es paropkara, trabajar por el bienestar de los demás, y purifica el alma.
17 de septiembre de 1997, Rikhiapeeth Tomado de Rikhiapeeth Satsangs,volumen 3.