Conectarse con la positividad
Con los yamas y niyamas el yoga no se limita a ser una práctica aislada, sino que convierte en yóguicos otros momentos que vives en sociedad. Ellos forman el concepto del yoga dharma que se expresan en los momentos «no yóguicos», para convertirlos en yóguicos. Yamas y niyamas son expresiones, comportamientos y condicionamientos para llenar la mente de positividad e inspiración. La gente piensa en los yamas y los niyamas como enseñanzas éticas y morales, sin embargo, estos representan el surgimiento de la conexión con la dimensión positiva de nuestra naturaleza y proporcionan un antídoto contra la negatividad. Ellos nos llevan en la dirección más positiva a la que podemos aspirar. Los yamas penetran en nuestro interior y nos cambian desde dentro, mientras que los niyamas son las acciones externas que se realizan para experimentar internamente un cambio positivo. Los yamas y los niyamas son el camino que conduce a la positividad y creatividad en las situaciones cotidianas normales.
Tomado de http://www.yogamag.net/archives/2020s/2020/2009/2009cone.html
Según lo que yo entiendo, un sannyasin sólo tiene tres obligaciones o compromisos:
Cuando las aguas de un lago están quietas, en ellas se puede ver el reflejo de las nubes, el cielo, los árboles, las montañas, el sol o la luna. Sin embargo, cuando se agita el agua, en ellas no se ve nada. De la misma manera, cuando tu mente está en reposo, el mundo se refleja en ella; la excitación interior, la inquietud y la estimulación se han aquietado. A medida que la mente descansa y encuentra paz, descubre sattwa, la cualidad de la verdad, pero cuando está inquieta, pierdes la claridad mental. El viaje yóguico comenzó a partir de esta idea.
Para nosotros esto no es una profesión, es nuestra vida. Cuando uno se dedica a algo que le gusta en la vida, cuando uno se dedica a una profesión que le gusta, las respuestas son diferentes. En el ashram tenemos que aprender a autocontrolarnos mucho. Si se tiene una disputa con alguien, debemos convivir con esa persona durante veinticuatro horas. O bien puedo ser agresivo y grosero y distanciarme, o bien reajusto de nuevo mis pensamientos y mi comprensión para vivir con esa persona de forma más agradable. Esto no ocurre en el mundo exterior. Si a uno no le gusta una persona puede salir de casa, puede tener diferentes diversiones: puede ir a casa de un amigo, tomarse una cerveza, ir a la playa, al cine o a un parque y pasar un rato, refrescarse y luego volver.