Confiar en el guía
El gurú es un aspirante espiritual que ha pasado por el proceso de transformación personal, que conoce los escollos en el viaje espiritual y puede guiar al aspirante para que supere esos escollos. Este es el significado de la relación entre el gurú y el discípulo, y en la vida espiritual el gurú es una necesidad, no una obligación.
¿Cómo se puede ser abierto? Esta es una pregunta difícil de responder porque cada uno expresa la sinceridad de una manera diferente. Por lo general, la gente piensa que la sinceridad es cuando descargan sus problemas sociales, familiares o de otro tipo en los demás, pero esto no es verdadera sinceridad ni comunicación abierta.
La comunicación abierta significa que uno es capaz de consultar al gurú, ver la validez del consejo y adherirse a ese consejo sin involucrar la mente en ello. Ese es el principio de la apertura. El gurú no está para la satisfacción intelectual; para eso están los pandits, personas con conocimientos, que pueden convencer a un aspirante según hayan leído o desarrollado su propia comprensión de un tema.
El gurú no está para el convencimiento intelectual, sino para el desarrollo espiritual. Por lo tanto, la única manera de tener una comunicación abierta es desarrollar la confianza y la fe. La comunicación abierta se establece no aplicando la mente sino volviéndose inocente y simple. Esto tiene que ocurrir espontáneamente. No se puede hacer un esfuerzo para conseguirla. Solo ocurre a medida que uno desarrolla más confianza en el gurú.
Tomado de On the Wings of the Swan, Volume V, Swami Niranjanananda Saraswati
http://www.yogamag.net/archives/2010s/2014/1407/1407role.html
Mucha gente no acepta la necesidad y el valor de un gurú externo. No obstante, se necesita un detonador, un gurú externo, hacia el que fluyan nuestras emociones, y que sea capaz de crear una impresión en nuestra mente, que haga que nuestra devoción se dirija hacia él. Él se convierte en un detonante y es a través de él que se hace visible y se manifiesta este gurú interior.
A través del medio o envoltura del cuerpo, se está aplicando la ley de la evolución, y la conciencia busca desplegarse y expresarse.
Intenta adquirir el poder de cerrarte contra las influencias perjudiciales o indeseables desarrollando una actitud mental positiva. Al hacerlo, podrás ser receptivo a todos los impulsos superiores del alma en su interior y a todas las fuerzas e influencias superiores del exterior. Sugiérete a ti mismo: «Me hago positivo a todas las cosas más bajas y abierto y receptivo a todas las influencias superiores, a todas las cosas más elevadas». Adoptando conscientemente esta actitud mental de vez en cuando, pronto se convertirá en un hábito. Todas las influencias inferiores e indeseables, tanto del lado visible como del invisible de la vida, se mantendrán fuera, mientras que, invitando todas las influencias superiores, estas entrarán en la medida en que se les inviten.
Cuando tenemos como foco estos objetivos y nos esforzamos por alcanzarlos, estamos haciendo yoga sadhana. Cuando seguimos los dictados de la mente, es una práctica de yoga. Cuando integramos las prácticas para ayudar al desarrollo de los potenciales, empezamos a vivir un estilo de vida yóguico.