Satsang sobre el gurú y el discípulo (parte 1)
¿Cómo se convierte uno en gurú?
Guru es una combinación de dos ideas: gu significa oscuridad, ru significa disipador. Aquel que disipa la oscuridad que envuelve su conciencia es su gurú. Cuando él disipa su oscuridad, entonces empiezan a experimentar y pueden ver sin ojos.
Los gurús nacen con una conciencia superior para guiar a los buscadores y aspirantes sinceros. Al mismo tiempo, gurú y discípulo no son categorías superiores o inferiores. Un discípulo sigue siendo un discípulo todo el tiempo, pero cuando empieza a enseñar, sus discípulos lo consideran un gurú.
La mejor manera de pensar es cómo convertirse en discípulo. Si piensan en cómo convertirse en gurú, esta una idea muy peligrosa. También pueden pensar en cómo convertirse en profetas, esta una idea aún más peligrosa. Yo sé cómo convertirse en discípulo, y convertirse en discípulo es convertirse en gurú. Si ustedes son verdaderos discípulos, ustedes serán el gurú, porque un discípulo lo entrega todo, emociones, cerebro, intelecto, buenas y malas acciones, ego, vanidad, pasado, presente y futuro, seguridad, miedos y pasiones. Nada les pertenece porque lo entregan todo a su gurú. Están vacíos como el bambú y luego se llenan de melodía. Igual que se hace un agujero en un bambú para fabricar una flauta, así hay que vaciarse.
La dedicación del discípulo tiene que ser tan exhaustiva y completa que deje de ser un discípulo. Entonces, cuando deja de ser discípulo, se convierte en gurú, el disipador de la oscuridad. Un gurú no debe tener una posición social o religiosa superior. Cualquiera puede disipar mi oscuridad, y aquel que disipa mi oscuridad y me da la capacidad de experimentar dentro de mí la luz interior, la paz interior, la armonía y la dicha, él es el gurú. Por lo tanto, debería hacerse la pregunta: «¿Cómo se convierte uno en un verdadero discípulo?».
Manchester, Inglaterra, 19 de abril de 1982
¿Cómo podemos encontrar al gurú?
Para encontrar a su gurú, hay que convertirse en discípulo. Al gurú lo consiguen en función de su discipulado. Si van en busca de un gurú iluminado y no se han preparado para un discipulado correcto, entonces no lograrán su objetivo.
Hay varias etapas, formas y grados de gurú. Algunos les enseñarán hatha yoga y otros les darán mantras o les despertarán los centros de energía magnética del cuerpo. Es así como existen varias clases de gurús, y según sus inclinaciones y deseos, encontrarán un gurú. Sin embargo, la mayoría de la gente busca un satguru, el gurú interior. Es difícil reconocer a un satguru porque está iluminado en lo más profundo de su ser. Puede que no sepa nada de ciencias o de yoga, pero puede que esté iluminado en su interior. A menos que el discípulo haya alcanzado cierto grado de iluminación, no podrá reconocer a un satguru.
Por lo tanto, si aspiran a tener un guía espiritual en su vida, deben seguir el camino espiritual y, paso a paso, intentar convertirse en discípulo disciplinándose. Con el tiempo, se darán cuenta de que tienen un gurú. De hecho, el gurú está dentro de todos. Es ese ser interior y esa luz interior, que se oculta tras la oscuridad. Para realizar y reconocer ese gurú interior, tienen que encontrar un gurú externo.
El gurú externo será el punto de explosión inicial. Cuando se tiene un gurú externo, entonces se despierta el gurú interior. Todos los gurús del cuerpo físico son gurús, pero el gurú que está dentro de ustedes, sin forma y sin nombre, se llama satguru.
Bogotá, Colombia, 1980
¿Cuál es la relación ideal entre gurú y discípulo?
Los padres y los hijos están relacionados entre sí y lo mismo ocurre con el hermano y la hermana, el marido y la mujer. Existe un vínculo entre ellos. Los lazos fraternales, paternos, maternales, emocionales y sexuales mantienen unidas a las personas y mantienen un flujo constante de energía entre ambos. Estas relaciones pertenecen al mundo, a la mente, a las emociones y al cuerpo. Sin duda le proporcionan mucha ayuda, paz y plenitud, pero no pueden darle la experiencia absoluta. Ustedes no son sólo el cuerpo, la mente y las emociones, son más que eso.
Ustedes tienen relaciones corporales para el cuerpo, mentales para la mente y emocionales para las emociones. Tienen parientes para el espíritu y su conciencia más profunda y con los que su espíritu está relacionado y vinculado. Ustedes tiene parientes con los que sus emociones, su cuerpo y su mente están vinculados. El gurú es el pariente con el que está vinculada su conciencia interior.
La relación entre gurú y discípulo es la necesidad superior, última y espiritual del hombre. Sin un gurú no es posible realizar y experimentar la plenitud espiritual.
Gurú no significa maestro, profesor o formador. Puede que el gurú no les dé conocimientos teóricos ni los guíe en cuestiones de misterio y misticismo. Puede que no sea capaz de darles una religión o una enseñanza religiosa. Puede que ni siquiera les hable, pero hay un vínculo que se ha establecido entre ustedes y su gurú y, a través de ese vínculo, su energía puede fluir incesantemente hacia usted y mantener su inspiración espiritual siempre encendida.
En el siglo XX, la gente ha entendido mal y ha cometido errores. Piensan que un gurú es una personalidad eminente o famosa, un erudito, una persona alta y hermosa con una barba y una túnica fluidas. No, ¡el gurú no es nada de esto! Puede ser cualquiera, un hindú, un musulmán, un cristiano, un mendigo o un bromista, un hombre o una mujer. Puede ser cualquiera, pero definitivamente debe haber realizado la luz o el conocimiento espiritual y haberse hecho uno con la existencia cósmica durante el periodo de samadhi.
En verdad, muero cada noche
Un gurú es aquel que muere al menos una vez en el cuerpo y regresa. Debes morir en este cuerpo, durante una noche, dos noches, durante dos, cinco o treinta días; debes morir durante algún tiempo. Durante unos días no debes existir. La conciencia debe retirarse en el estado de samadhi, el estado de atemporalidad, cuando se trascienden el tiempo, el espacio y el objeto. Los trasciendes y de nuevo vuelves a este cuerpo. Esa persona no es la misma persona que la semana o el año pasados. Su cara puede ser la misma, una cara marrón, blanca o negra con ojos marrones o azules. Su aspecto es el mismo y su nombre es el mismo, pero no es esa persona. Es una persona diferente, totalmente transformada y la antigua persona ha muerto. Una persona así es un gurú.
Este gurú es difícil de encontrar, es una criatura rara. Sin embargo, si ustedes son un aspirante sincero y ardiente, lo encontrarán. Los gurús son desconocidos, no se les oye, no se les ve, a veces son muy poco impresionantes y muy graciosos en su comportamiento. Cuando se les mira, no son para nada caballerosos. No saben decir «Gracias», cuando les llevan té o «¿Cómo está usted?» cada vez que se encuentran con ellos. Se limitan a mirarte con cara de locos. Hubo muchos gurús así, personas iluminadas y que alcanzaron la conciencia cósmica en su vida. Algunos gurús permanecen siempre fundidos en esa conciencia cósmica y otros salen para trabajar con nosotros.
La relación gurú-discípulo es la mejor y más elevada para la realización del propio destino espiritual. Aquellas personas que quieran ir tras logros más elevados en la vida espiritual deberían rezar fervorozamente: «¡Déjame tener un gurú y que venga a mi puerta!»
Plymouth, Inglaterra, 13 de febrero de 1983
Tomado de Yoga magazine http://www.yogamag.net/archives/2010s/2011/1107/1107angd.html